martes, enero 23, 2007

Confesando al mundo mis preocupaciones

Para P.B.S

Me dijeron que había dejado de robarle las estrellas al cielo y que había sido el culpable de tanto calor en un cuerpo lozano.

Dijeron que el recordar que las flores marchitas olían solamente a agua podrida, me embutió de metáforas descoloridas. Complicaciones que requerían de una rápida solución. Todo me relegaba a un segundo lugar en los corazones.

Tras eso, creo prudente el pensar en porque nunca florecen los desiertos, se caen los planetas, se abren las grandes Alamedas, se desploman los generales, apareces en mi ventana o los corazones explotan como volcanes.

Sólo me encuentro cuando me paro frente al espejo con el mismo nervio de siempre que ataca su psiquis con un poco de fusión, té de yerbas, cerveza y bondad.

Mi carácter en plena madrugada atormenta a las estrellas fugaces y le implora a las musas que me sirvan otra copa de vino tinto, ese brebaje que hace explotar mi colón irritable se transforma en un órgano en llamas.

Dejé de brindar por todas las mentiras que voy escuchando en la escuela llamada vida. Por todas las quimeras que se hacen notar en situaciones que más parecen guiones inventados que certezas del alma.

Me siento extraño confesando al mundo de mis preocupaciones. Pues es cierto, es maravillosa y solamente tiene 21 años.

3 comentarios:

la sustituta dijo...

nada mejor que te desarmen el mundo, o más que eso, que te muestren tu lado finito, ese lado que nos dice que nada importa...

pd.: no no estaba enojada, sólo mi gramo de idiotez diario....

José Luis dijo...

21, 22, 23, 50 que mas da, camina de frente no mas

Anónimo dijo...

es muy lindo que te escriban algo así, de echo a mí me gustaría que me lo hubiesen escrito...
es como afrontar lo que uno siente quiéralo o no, aunque eso no sea amor,es unn cariño muy profundo y por lo que yo sé es correspondido...
hay que aprovrchar mientras dure