jueves, agosto 17, 2006

¿Estilo o Dulzura?


Hoy mientras todos agonizan su destino pienso en que la tarde pudo haber sido vuestra. Y me rió porque desde millones de años rememoro cada uno de los detalles de su alcoba desconocida. Aprendí sobre el odio al experimentar con las generalidades de mi almohadilla y del inclemente que no paraba de llover, argumenta el inmaduro desequilibrado.

Sueño con ser una mezcla de hombre que pernocta contigo y le aporta el apodo a tus retoños, los que tarde o temprano nacerán mientras una mixtura de deslices y ascetismos del infierno exquisito le dan cabida a mis despertares.

Y los malditos cielos en los que creo te podrían matar sólo por celos; me lograrían matar sólo por apresuramientos... esas dagas oxidadas, si lo quisieran, me sabrían lapidar.

Ayer me dijeron que te marchaste y que te agobiaste al despertarte en los brazos de otro, mientras un soldado sin su arma de combate, conoce de la guerra en la que no hay batallas perdidas sino que sólo guerreros malogrados y mucha muerte.

Ese, que luchó por la heroica embestidura de sus sueños, la cual jamás le perteneció, advirtió sin una droga en la mano que te ganaste algo por consuelo; por merito propio; eso que estaba en el destino simulado en las cavernas de una andrajosa mochila llena de malestares y estandartes bronceados. Con chaquetas de cueros, pantalones a rayas, zapatos de niña rica, mucho perfume a fresa, telares nefastos de esbozos y una que otra sonrisa cómplice.

La felicidad tiene un gran cinismo que es prudente y sigiloso; que te acompaña en algunos momentos, observando cada rincón de las estepas que tienen tu olor. Ese cinismo se llama sacrificio.

Los auténticos héroes son los capones que se atreven. Ese cobarde carece de la objetividad necesaria para percatarse de lo importante:

... una tiene un sobrio estilo de vida y la otra una aventura llena de dulzura.

¿Cuál de las dos será su solución?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo que tú, me quedo con la Dulzura.

El estilo lo puedes encontrar en cualqioer parte.

Lilo dijo...

Definitivamente, la dulzura... el estilo, no es más que una postura externa.