martes, junio 06, 2006

No Todo está perdido: La otra Superpotencia eres Tú. (Cap. III)

SE INAUGURA LA CASA DE LA MUJER DE HUAMACHUCO

A partir de esta noticia, se acercan muchas interesadas en participar de esta novedosa organización. La noticia corrió rápido y el grupo Gestación se junta con el Nueva Esperanza, se acercan las Juventudes Comunistas, las religiosas de otras congregaciones, y con la unión de muchas mujeres que se inaugura la Casa de la Mujer Huamachuco, con la presencia y participación de muchos invitados de todas partes, de instituciones sociales, políticas y religiosas. La casa se repletó, las calles estaban llenas de vehículos, nunca me imaginé tanto apoyo, tantos discursos, mensajes y deseos de éxito.

Esto para nosotras era una gran responsabilidad ya que estábamos solas frente a tantos desafíos. Los primeros que nos apoyaron fueron los amigos del QUERCUN ONG dirigida por el abogado Manuel Jaque. Una corporación donde los alumnos de derecho podían hacer su práctica, fue una gran suerte para nosotras ya que nos tocó el apoyo de un gran alumno Felipe Viveros hoy un gran abogado a quien recordamos con mucho cariño y agradecimiento ya que este nos capacitó y nos enseñó que “el derecho hay que usarlo”. El nos ayudó a sacar nuestra personalidad jurídica como “Centro de Formación, Capacitación y Servicios Comunitarios, Casa de la Mujer Pobladora”.

El nombre de nuestra organización es muy largo pero fue con una mirada al futuro. También con Felipe trabajamos en nuestro primer proyecto de una implementación para un taller de corte y confección para presentarlo al Fosis en 1991.

Bueno, salimos seleccionadas pero al FOSIS no les cuadró el presupuesto y justo en la lista quedamos sin la plata, eso si que nos llegó una carta de felicitaciones por la buena presentación. Menos mal que por ser tan alegadora nos dieron solución y se nos traspasó inmediatamente el dinero que correspondía a nuestro proyecto $ 1.500.000, dinero que había quedado de una institución que ya había expirado.

También nos coordinamos con AVEC, una Institución que formaba cooperativa para la vivienda que pertenecía al Arzobispado. Ahí trabajamos con un abogado llamado Julián Sahona; con él trabajamos la ley de las Juntas de Vecinos, desde antes que nos saliera la casa de la mujer para que la gente se atreviera a ocupar las sedes vecinales ya que en el invierno cuando la gente se llovía todos los damnificados llegaban a la iglesia y exigían allí, por lo tanto había que hacer un fuerte trabajo de recuperar estas sedes y que la ocuparan porque les pertenecía.

Más adelante se les ayudó con el apoyo de World Vision para abrir las libretas de ahorro para la vivienda como un primer paso en la búsqueda de la solución definitiva y para motivarlas a participar a través de la Casa de la Mujer y formar un comité para la vivienda. Sin dejar de lado los talleres de capacitación, más tarde estas personas realizaron una ocupación de los terrenos al costado del cerro y al correr de los años obtuvieron su propia casa en la Población Tucapel Jiménez.

Estando embarcada en este proyecto, Aída Moreno recuerda la labor desempeñada junto a un nuevo organismo de gobierno que se formaba por aquellos años. En 1992 fueron pioneras en la creación del SERNAM (Servicio Nacional de la Mujer). En su primera casa se realizaron grandes encuentros con mujeres que daban sus testimonios de violencia, trabajando con Cecilia Moltedo y Clotilde Silva.

Importante es recordar que el Servicio Nacional de la Mujer nace cumpliendo por parte de los Gobiernos Democráticos de los compromisos internacionales contraídos por Chile al ratificar la Convención de Naciones Unidas sobre Eliminación de Todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y suscribir otros acuerdos que recomiendan a los países que organismos de alto nivel se encarguen de impulsar el progreso de las mujeres;

La creación del SERNAM es resultado del rescate de la democracia y de la participación política y social de las mujeres. Acopia la trayectoria de las chilenas en sus esfuerzos por conquistar el derecho a voto, el acceso a la educación, al trabajo remunerado y a una relación de equidad al interior de la familia y la pareja.

Muchas de las mujeres que participan en la Casa de la Mujer de Huamachuco, llegaron a la organización de diferentes maneras. Este es el caso de la señora Iris Palma.

La señora Iris es una persona tímida y reservada en sus comentarios. Nos comenta que un día estaba en la puerta de su casa y pasó una vecina que le comentó sobre las iniciativas de la organización. Fue ese el momento en que ella decide integrarse a las denominadas “Escuelas de Verano”.

Una vez vino don Ricardo Lagos a visitar la casa de la mujer. Había escuchado que aquí se hacían talleres para las mujeres. Escuché por boca de otras vecinas que estábamos en la calle de un escenario y de un gran encuentro con vecinos en presencia de don Ricardo Lagos invitando a las mujeres a participar en la Escuela de verano que realizábamos cada año en el mes de enero para las mujeres que no podían salir a veranear.

Las Escuelas de Verano consistían en cursos de capacitación para las participantes. Peluquería, Arpillera y Tejido, eran algunos de ellos. La Sra. Iris recuerda que se capacito con Don Héctor Faundez, un gran estilita profesional que llegó a dar su apoyo. También por aquellos años recuerda que lavaban el pelo en un lavatorio trayendo agua en jarras.

La Señora Iris siguió estudiando después en otros Institutos en los que logró sacar el titulo de Peluquería UNICEF. Continuó participando y se comprometió en la Casa de la Mujer. Ella trabaja en peluquería como monitora en varias partes, y además en su casa tiene un salón de belleza y dice que le agradece a la casa de la mujer porque cambio su vida. Finaliza su relato diciendo que creció como persona y ayudó a sus hijos a costear sus estudios. Se siente orgullosa que su hijo menor es egresado de la universidad de Ingeniero Comercial.

HABLANDO DE ALGUIEN QUE YA NO ESTA.

En la historia de Aída Moreno, una de las socias que ya no está, pero no puede estar ausente es Gloria Moraga. Fiel compañera en la lucha de estas mujeres cuando la causa lo ameritaba. Creo que nunca voy a olvidar lo que sufrió y la soledad que vivió en sus últimos días, la sociedad y la Democracia tiene una gran deuda con ella, pienso que ninguna persona que entrega día a día un trabajo social voluntario por no tener recursos, debe llegar a quedar sin auxilio, sentencia Aída Moreno.

Gloria Moraga fue una incansable y enérgica reivindicadora de la democracia y los temas sociales. Se desempeñó como presidenta de centros de padres y apoderados de distintos colegios y liceos, fue animadora de clubes de ancianos, encabezó diferentes directorios de junta de vecinos; presidenta del jardín infantil. Terminó sus estudios básicos, por ChileCalifica. Una enfermedad que no fue reconocida como riesgosa, acabo con su intensa vida. Ella sufría de obesidad mórbida; su hija debió ir a recibir el certificado que acreditaba el fin de sus estudios.

Durante años la llevó a mantenerse postrada en su casa con la esperanza que un día la iban a operar, ella siempre estuvo lúcida y sufrió muchas decepciones por parte de las personas que podían haberse puesto en su lugar ya que durante los años de espera todas las promesas que le dieron en los hospitales o personas que tenían influencias se fueron esfumando como su vida. Yo con ella y junto a Carmen (su hija) golpeamos muchas puertas tantas como nos fuera posible, pero todas se cerraron, hasta que ya no pudo más y falleció, pero nos dejó una gran tarea. Luchar en contra de la discriminación y por la humanidad. Es difícil para los pobres padecer de una enfermedad que no está catalogada como riesgo de muerte.

Hoy Carmen trabaja en la Casa de la Mujer en el programa de alfabetización “Contigo Aprendo” del Ministerio de Educación, y es parte del Directorio de la Casa de la Mujer y presidenta de su sector. Ella se siente muy realizada ya que sabe que esta haciendo lo que a su madre le gustaba.

EL ENCUENTRO CON WORLD VISION

En el año 1993, esta organización femenina sostuvo importante encuentros con la Institución Cristiana Ecuménica World Vision. Esto, tras informarse que la institución europea se instalaba con oficinas en nuestro país. A corto tiempo tuvieron la primera reunión con una coordinadora, quien les explicó el perfil de las organizaciones que trabajaban con ellos.

En marzo del mismo año se inicia el convenio con la entidad internacional, inscribiendo a los primeros niños de las llamadas “Colonias Urbanas” para integrarlos al Proyecto de patrocinio de la organización internacional. En aquellos años las dificultades para estas mujeres chilenas se generó por la desconfianza que sentían las Hermanas de la Misericordia de la organización que se establecía en Chile.

Las hermanas sentían mucha desconfianza ya que decían que cuando una organización es apoyada con recursos por una Institución tan grande estas pierden su identidad, y que ellas iban a estar mirando que a muy corto tiempo nosotras íbamos a desaparecer y World Vision, estaría por sobre nosotras. Creo que las hermanas no terminaron de conocernos.

Tras el impasse con las religiosas francesas, ellas deciden marcharse de nuestro país con la certeza de que su labor fue honesta y por una causa justa. Viajan hacia el Perú, donde implementan el mismo modelo chileno.

Grande fue mi alegría cuando me invitaron con todo pagado para ir a la inauguración de la Casa para la Mujer en Lima. Fui elegida como madrina de esta Casa. En realidad para mí fue un gran honor ser madrina de la Casa de la Mujer en el Perú, poder viajar, compartir e intercambiar con otras mujeres que estaban tan desamparadas. Ahí me di cuenta de la pobreza humana.

En 1993, Aída Moreno recibe el llamado de la Corporación Sur Profesionales, los cuales buscaban una organización autónoma que enseñara el modelo chileno a un similar estadounidense. Básicamente los americanos venían a un intercambio de experiencias.

Cuando se confirmó la visita de los extranjeros, las chilenas prepararon una exposición demostrativa y testimonial de los trabajos que se realizaban en nuestra Casa de la Mujer. En esa oportunidad brillaban los talleres de arpilleras, de confección de ropas, un Comité de vivienda y grupos de salud. A sus visitas lo que más les motivo fue la creatividad de las pobladoras y la respuesta de parte de las Mujeres, tomando en cuenta que nuestro país venía con toda una recarga de represión. Los Extranjeros con todo lo que vieron se sintieron muy emocionados con aquella historia y con la muestra del trabajo.

Al pasar una semana recibí un llamado de Sur Profesionales, para darnos una gran noticia que desde el Extranjero La Institución Prat y la Foro mandaron becas para un intercambio en Nueva York y que yo, Aída Moreno, estaba elegida para vivir esta experiencia. Esto fue lo máximo para nosotras ya que nuestra experiencia estaba siendo tomada en cuenta y reconocida por personas desde otro país, comenta Moreno.

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