jueves, junio 15, 2006

El principio más Hermoso...


Me puedo morir ahora, me pregunto Natalia algo quejumbrosa. Me dijo que no quería estar en ningún otro lugar nunca más. Pero ella sigue apareciendo y derrumbando mi mundo. Tiene las llaves de todas las puertas que nadie más puedo abrir.

Me invita a soñar y a construir miles de otras historias. Y a veces me mejo llevar. Es como lanzarse un sin fin de veces al mismo abismo porque es el precipicio más hermoso que hayas visto. Porque parece que vas directo al cielo. Pero no es así, porque después de despertar de la caída veo mi cuerpo todo moreteado y adolorido.

Ella inmediatamente contestó:

Voy a hablarte de las carencias, del vacío... voy a hablarte de lo que significa que ya no estés, para mi. No es lo mismo sin ti. Buscarte en las mañanas o esperarte en las tardes se me hizo costumbre; una dolorosa costumbre que no puedo evitar y que obliga en realidad a golpearme.

Buscar tu olor, que a veces incluso logro encontrar, me oprime el alma, me saca de mis casillas. Me atormenta y también me atonta. De verdad nunca dimensione las cosas; tampoco nunca pensé que esto dolería y me dejaría sola.

Me quede sin un buen amigo, sin alegrías, sin tus manos, sin ese despampanante juego de seducción que tantas veces jugamos. Sin tu sonrisa, sin tus amigables abrazos, sin tu contacto, sin tu boca.

Ahora me doy cuenta que nunca fue en serio y tal vez nunca lo sea, no por mi, si no que por ti, pero aún eso me hace falta... tanta falta.

Tener el vago derecho de tu cuerpo... y seguir creyendo que el derecho era completo. Ahora bien, me haces falta y te extraño, te amo demasiado y estoy triste, muy triste... demasiado.

¿Llegue a tu etapa? ¿A ese nivel del que tantas veces hablamos?

Ahora pongo mis condiciones. Sin amarme no, nunca... pero igual me acostumbre a ti y a tu frió y estas muy cerca y muy dentro de mi y fuiste y eres muy importante, mi bienestar. Mi alegría como aquel disco de Ismael Serrano, que dejaste el día en que me dijiste: “Ya no. No más... Mi cabeza está en otra parte...”

Recién me di cuenta que soy como un perro en las puertas del cielo sin ese maldito CD del trovador.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Q' más podría decir... Que talvez esa historia si tenga un final feliz... Talvez sea uno llamado Vicente... O talvez no y me consuele en el fantasma de un hombre, otro hombre... que llena mi vacio, mientras yo lleno sus carencias. No sé hoy estoy más confundida que de costumbre... A veces pareciera que Dios juega en el equipo contrario al nuestro... No me gusta despertar y arrepentirme... Pero ya me acostumbre a hacerlo... Por que el maldito abismo ese... Ya me destrozo el alma y el cuerpo mil ochocientas noventa y nueve veces... Por que talvez sólo es otro error... Por que se me desfiguro el amor y ya no sé de que hablamos ese día hasta tan tarde... Ya no sé si ese era el amor... o era este... que el viernes en la noche me hizo reconocerle que lo amaba... ¿Cúal es la verdad ahora? ¿Lo que digo sin pensar o lo que analizo?...

Partituras Inconclusas dijo...

Agradezco tus comentarios...

Espero que continues mirando este pequeño libro de historias robadas...