jueves, junio 08, 2006

Carta de un Atrapado



Vivir sin ti ha sido un duro y desolado día de sol o un invierno y un otoño aún más triste. Porque no tengo fuerzas para volver a besar otros labios...

Me río cuando juego “cachos” o tomo cerveza negra con mi mala suerte. Los músculos de mi cara se conmueven porque saben que de tus besos aprendí...

El tatuaje que lleva cada historia que aparece en este sitio, no se ve bien en mi brazo. Y la policía ya conoce mi nombre y lo pisoteara con sus lustradas botas de cuero.

Porque es imposible aprender cuando uno es un torturado del alma; un individuo que estorba en cada cuadrado que pisa. Muchas veces he pensado en hacer la maleta y comenzar a guardar los retratos de la gente que me quiere y que no.

Arrancar junto a los viejos pañuelos bordados por mi abuela no justifica el olvidar esos recuerdos y fantasmas que me persiguen en cada momento. Extraño esa mano con parkinson en mis cabellos y las palabras atragantadas que recibía de niño de un viejo llamado Jorge Lagos. Mi abuelo...

Hoy, esa alma se moja por la lluvia que cae en nuestro Chile lindo y conmocionado. Y lamentablemente el tiempo pasa de prisa y ni siquiera tengo el cariño de aquellos que quiero tanto.

Me da miedo la enormidad donde nadie escucha las palabras que esbozo a los siete vientos. Me siento cada vez más culposo porque la sentencia más importante de mi vida está próxima a saberse y volverá mi nombre a estar en bocas ajenas que comentan la situación como un gracioso chiste.

El mirar a mi padre que está trabajando me llena de recuerdos. Me da pena y quisiera ayudarlo pero no puedo. No tengo ánimo para nada. Además que saco, si para él sigo siendo un bastardo; un borracho o el peor de todos. Y los errores que he cometido me condenan.

Vivir sin ti ha sido un duro y desolado día de sol. Y aquellas flores de papel regaladas que me enseñaron a levantar el vuelo están quemadas. Estas en todo tu derecho a negar que me querías y corretearme de tu historia pero para mi eso no existe porque lo honesto queda.

Soy un atrapado... Y aún me penas.

No hay comentarios.: