jueves, mayo 25, 2006

Con mis Amigos...

En este último año de mi vida, con mis amigos hemos instaurado una particular constantemente. Esta se relaciona con la inexplicable posibilidad de jugar a ser felices y a ponernos en distintas perspectivas. Por ejemplo, ayer jugamos a ser poetas y lo que salió de ese recreo, fue soñar que éramos grandes, vistosos, tranquilos y lucidos.
Surgieron distintas formas de expresión, no nos importó el hipérbato o el retruécano, tampoco que el texto fuese coherente, porque ser poeta no es ninguna maravilla, no es un premio al esfuerzo ni tampoco la rendición de los sueños, ser poeta es una ilusión maldita de los muertos, un nacer cuando se muere. Al poeta nadie lo quiere, tampoco se le entiende, ni se le pregunta, él poeta es un ciego con los ojos bien abiertos, pero con la mirada perdida, los poetas no tienen ojos ni manos. Carecen incluso de músculos cardíacos, no poseen sentido del tiempo ni del espacio. De que sirve una buena rima si tú no la escuchas ni la bailas, de que me sirve un buen soneto si no lo entiendes. Como dije antes de que me sirve un hipérbaton o un retruécano si estas tan lejos, para que ocupar contigo la poesía si ésta nunca te traerá a mis manos, tampoco te hará sentir piedad, ni amor, ni miedos. Ser poeta es la forma más ridícula de enfrentarse al otro, además hacer poesía cansa, entristece, deprime, uno llora, se emborracha siempre en algún clandestino lugar, con personas que jamás conociste, té ocultas de la realidad que te tocó vivir. Esa realidad jamás la comprendiste, tampoco fuiste parte de ella, porque por lo general la poesía es de uno y sus problemas, la poesía no entiende de penas, quizás porque ella es la pena mayor. Ayer por ejemplo té vi, yo jugué ping pong porque soy un imbécil, y tú estabas allí, sentada en ese banco con tu gente y yo con la mía, tan plena y yo tan acompañado, quizás esa es la única manera que tú y yo tendremos para relacionarnos a varios metros de distancia, ocupando solo los ojos para vernos y sentirnos, tú con tu cara de princesa entremezclada con tus amigas y yo tan acompañado. Y mis aliados reirán de este pobre payaso que le escribe al amor y ocupa la forma menos real para garabatear, ocupa la poesía.
Quizás mis amigos se reirán de este estúpido enamorado cuando les cuente que por velar tus sueños fui golpeado y mal herido, o tal vez esos personajes que se hacen llamar mis amigos me transformen en el hazmerreír del curso. Muchos de los poetas mascan el mismo chicle que yo, mascan las mismas manías que yo poseo, con la diferencia aberrante de que mi nombre lo conoces y lo haz pisoteado tantas veces en silencio. De que me sirve una buena metáfora si en ti no provoco las ganas de besarme, de abrazarme y decirme “Te Quiero”. De que me sirve vivir soñando y desnudándome a cada segundo frente al papel... Quieres que te diga algo, al papel eso no le gusta porque él es verdadero está ahí en mi escritorio, esperando que yo sea honesto conmigo y contigo, al papel eso le cansa, le cansan esas estúpidas frases que solo yo y él entendemos, por eso la poesía no sirve, porque es cruel, pero a la ves verdadera, es la trampa más infalible para cazar y conocer a un bipolar o tal vez es la única forma que tenemos con mis amigos para comunicarnos. Sabes otra cosa, besaré cada paso que des en está humilde vida, a lo mejor lo haré con un suspiro, porque es la forma que he encontrado para hablarte y sincerarme. Es la única forma que tienen los cobardes como yo para decir “Hola, como estás”, es la manera más correcta de pasar desapercibido por la supervivencia, mirándote y mirándote y sólo mirándote, sin decirte nada, ni siquiera un “Hola como estás”. Creo que esa es la forma para que te des cuenta que muero por un beso, una palabra, muero por tú compañía, quizás si me regalas mis sueños yo te regalé mi nombre para que vuelvas a vivir o tal vez te haga una poesía.

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