viernes, mayo 26, 2006

Carta de un Nonato


Querida Mamita:

Espero que al recibo de esta misiva te encuentres bien junto a los tuyos. Me animé a escribirte esta misiva errante, porque quiero que sepas que da lo mismo el que nunca me hayas sentido en tu vientre y que nunca me hayas abrazado ni besado. Quiero decirte que es a ti y solamente a ti que quiero rendirte mi homenaje en el día de algunas madres.

No sabes cuanto me gustaría poder estar a tu lado, en tus brazos y no sentirme tan lejano y perdido en este lugar oscuro al otro lado de tu vida. No sabes cuanto me gustaría en este día, estar cerca de ti. Sé que tú no puedes verme, aunque yo estoy a tu lado siempre, tan cerca que a veces me parece tocarte y estar unidos bajo ese vínculo que nunca ha de romperse.

Por eso hoy quiero decirte que eres la mejor madre que podría tener. Sé que nunca has recibido mi beso ni mí regalo en el día de las madres, aunque seas una madre en el mundo de los imaginarios. Sé que lo mereces, y aunque mi voz no exista y mis ojos nunca hayan visto la luz, quiero hoy decirte sin palabras, que te quiero.

Que tu amor y tu fuerza me mantienen día a día aquí, tan pegado a ti. Tengo miles de palabras que guardo para ese día, ese maravilloso día en que no sienta tanta agonía. Ese que tu harás realidad, porque ese día, que ha de llegar, cuando tu me mires y yo te sonría, sabrás que éste siempre será un secreto entre los dos.

Quiero que recuerdes siempre que todo puede ser peor. Y cuando fallen tus fuerzas, cuando ya no puedas más, cuando hayas decidido abandonar, cuando tu cuerpo este cansado y dolido y tus lágrimas llenen tu alma y tu corazón, debes recordar que siempre estoy aquí, que siempre estaré aquí, llenando tu corazón y tu memoria, dándote fuerzas y fe, y aunque jamás podamos vernos, debes saber que siempre viviré en tus manos y en tu alma, en tu sonrisa y en tu corazón, y en cada cosa que hagas.

Dile a mi padre que le quiero y le respeto por sobre todas las cosas. Y que también deseo que me cargue en sus fornidos brazos y me lleve algún día subido en sus hombros, coméntale sobre las ganas que tengo de correr hacia sus brazos, prométele por mí que la primera palabra que aprenderé será a decir papá, y dile que añoro el abrazarlo mientras duerma y darle un beso de mi parte. Dile que está obligado a quererte por los dos y que es el héroe que hay en mí.

Dile a tus amigas de tu oficio que conmigo están sus hijos, otros ya se marcharon con alguna de ellas, los demás deseamos estar con vosotras pronto, pero mientras llega ese momento, un beso en el día de la Madre. Tu hijo que nunca has sentido en tu vientre.

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