sábado, noviembre 10, 2007

Pretexto


Nuestro encuentro fue casual.

De profesor a alumna; de compañero mayor a primeriza; de editor a editada; de niño a niña; de mujer a hombre; de miradas, risas y su mano en mi brazo a miradas que no dijeron nada o de un hambriento que tras la labor desempeñada recibió un alfajor y una bolsita de maní, pasa y almendras.

La fatiga se dormía en mis brazos.

La soledad se burlaba nuevamente, lo desafectado de pudrió y las ilusiones florecen.

Pequeña criatura vestida como la hija que no llegó.

Ondulais natural. Sanamente dispuesta a disparar una bala en plena sien.

Dividiendo besos. El trabajo merecía algo más. El esfuerzo fue total.

La despedida llegó plenamente y la basura acumulada en el tacho quedó como reflejo del segundo de sueño.

Miles de muertes han acaecido. La música dejó sus partituras inconclusas y al parecer ella busca algo más.

No quedó satisfecha con la edición... y yo tampoco...

3 comentarios:

la sustituta dijo...

buena plática
harta risa, la cuota indispensable de ironía.
el mismo colegio

ningún afán entre línea
ni malas caras

ya sos mi amigo o mi hermano mayor o socio


saludos totales

Lilo dijo...

Bueno leerte y saber que estas vivo...
Te quiero, así, ingrato y todo...

"La música dejó sus partituras inconclusas y al parecer ella busca algo más."

siempre, buscamos algo más???
o sólo parece ser así??

Documentales dijo...

A mierda!!!

Una historia de amor inconclusa.

Saludos buen Renato.

O_o