jueves, febrero 15, 2007

Confesión a Martín


Ayer me decían: “Sabes, ya tengo la respuesta a esa pregunta hecha... ¿Porque ella?”

Es porque tengo ganas, porque no le he hecho caso a ninguno de los muchachos que me recomendó no verla más. Porque me gusta mucho, incluso cuando se transforma en una niña de 15 años...

Porque le miento a la gente, le digo que estoy bien, cuando en el fondo estoy hecho una mierda por no saber de ella...Porque me cago de onda cuando me introduce al dueño de sus sueños en mis momentos (hoy lo hizo 3 veces)...

Porque he buscado a "esa" persona por mucho tiempo y la encontré en ella. Porque extraño cada cosa dicha. Porque tengo ganas de sacarme la chucha por alguien. Porque quiero formar algo sincero y verdadero...

Porque no me niego a la posibilidad de equivocarme nuevamente. Porque la esperé impaciente, un tiempo largo. Porque todo lo que hago, es para molestarla y que eso me ayude a no desaparecer de su vida. Porque pienso en ella a cada rato y todo lo relaciono con su carne...

Porque hoy (el día de la ida a buscar), esperaba que no me llamaras para decirme "no vengas..." y además estaba seguro que me darías un besito, razón por la cual no me fumé ni un cigarrillo. Sé que no te gusta el olor a tabaco...

Porque es linda y me encanta pelear con ella. Porque me gusta su familia...

Porque siento incertidumbre, quiero experimentar. Porque he besado muchos labios y soy honesto, me gustan los suyos. Porque me atonta, me quita las palabras y me transformo en un niño chico que no coordina nada...

Porque extraño su cuerpo, sus manos, aquel amigo ombligo y su inseparables compañero lunar. Porque todo lo que le he dicho, es verdadero. Porque un día le odié con todas mis ganas y me dije "Hueón, porque lo haces, si no lo sientes". Porque quiero pertenecerle a alguien. Quiero que sea mi compañera...

Porque también quiero que me vean caminando con la niña más linda del barrio. Porque estoy aburrido de mentirme. Porque ya no quiero rechazarle más. Porque el blog me ayuda a decir todo lo que no me atrevo a decir, mirando a los ojos (o mejor dicho, mirándole a los ojos). Porque pasan y pasan los días y siento que no me deja hacer nada por ella...

Porque quiero ser el papá de su angelito, simplemente para tener permisos y verla todos los días...

Porque quizás, si el destino y mis ángeles me ayudan, algún día comparta una cerveza con su padre, mirando el fútbol en la TV...

Porque me gusta donde vive, me gusta su olor y la forma como escribe. Porque me gusta cuando se queda en silencio y me hace otorgar cosas. Porque se me nota en la cara. Porque ya no me acuerdo de la última vez que le dije adiós. Porque simplemente, aún la quiero mucho. Porque quiero que confíe en mí, igual como lo hicieron los personajes de la película “Titanic”...

Porque me acerco a su lado y en ocasiones me disfrazo de enemigo. Porque ocupa el perfume y el reloj que le ofrecí en señal de amor. Porque le busco en la calle. Porque hoy mi abuela enferma esperaba que la visitara y ella esperaba a que la fuera a buscar al trabajo, y pude hacer las dos cosas. Porque odio hablar por chat con ella; le prefiero a mi lado...

Porque me faltaron cosas por hacer. Porque le debo mil helados. Porque busco pretextos para verla. Porque si tengo que pelear con alguien para conseguir su amor, lo voy a hacer. Porque quiero que conozca a mis hijos, quiero que los vea en la maternidad, que se los lleve la matrona y los bese recostada en la camilla...

Porque me invitó a su vida a compartir cosas... Porque quiero que sea mi compañera, mi amiga y mi cómplice... Porque sé que me quiere un poquito. Porque quiero volver a la Argentina, pero tomado de su mano, y presentarle a los amigos que quedaron allí...

Porque le extraño. Porque es como la maldita cocaína, que le pide al consumidor un poco más. Porque quiero por última vez, dejar de escribir sobre cosas "añejas"...

Porque sigo teniendo dos mil pesos en los bolsillos y, con esa plata la haré comer toda la vida. Porque canto pensando que está a mi lado. Porque me enamoré de ella como de ninguna. Porque también cuando estoy a su lado, huelo a papas fritas...

Porque se me han acabado las excusas para juntarnos. Porque Santiago tiene pocas áreas verdes, el recorrido se acabará luego. Porque conocí los celos gracias a ella. Porque veo más allá del horizonte y me sigue apareciendo, en todos lados. Porque un día la vida le golpeará la puerta y le reclamará por haberme dejado marchar...

Porque le pedirá explicaciones por sus propias penas. Porque quiero dormir con ella, tranquilos. Porque quiero hacerme cargo de su dolor. Porque no exijo nada. Porque la vida tiene colores y se los quiero enseñar...

Porque acepté todo, como venía. Porque me estoy despidiendo y porque no me atrevo a decirle “Nos vemos...”

Tras esa declaración, mi amigo Martín se quedó esperando el silencio. Yo serví un vaso más de cerveza y le dije:

- ¡Paciencia amigo, puede que levante la cabeza y te vea!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un maldito perro roba historias.

copiaste un capitulo de tu existencia, y lo rememoraste completamente a la confesi{on que te hice...

Viejo, nunaca más te cuanto nada...

jajaja...

Un abrazo perro, y nos vemos luego.

Anónimo dijo...

Magnifica historia. Tu amigo ha de odiarte...

Anónimo dijo...

Te has tarsnformado en un individuo sin corazón.

Haz vendido tu alma y eso es grave, pues, noes justo para nosotros, tus amigos que te amamos por lo que eres, que olvides cuanto has hecho por nosotros.

Cuantas palabras sabias y magicas has involucrado.

recuerdas esa vez que me llamaste la atención por jugar con los sentimientos de las personas. y llegó Manuel a hueviarme en el pub...

Me besaste, te hiciste pasar por mi pololo y más encima, lo hechaste a patadas del lugar...

Eso se extraña de ti...

Plis, natito hermoso, contesta tu telefono...Plis!!!!

Anónimo dijo...

y porfavor cambia esa canción de mierda del blog


recuerda q me la cantabas volado en mi techo...

Anónimo dijo...

hermoso texto...
me gustó como fuiste capaz de representar tan bien sentimientos que son de otra persona junto con tus vivencias y anhelos.
Con respecto a la canción me encanta y no la cambies todavia

Anónimo dijo...

sabes lo que me da más pena, es que pasan y pasan los años y no haces nada por mi...

Nunca has levantado tu propia cabeza...

Besos

Anónimo dijo...

Que se puede hacer con usted...

Al parecer, lo mejor es seguir leyendolo, que puta que nos ayuda a los enamorados del mundo.