domingo, septiembre 17, 2006

Las mujeres cuando florecen...


Para Pirkinka, mi nueva amiga madre.

Cuando las navajas hacían estragos en mi cuello y mis neuronas no paraban de reclamarme por los sueños desafinados que he tenido, creo en la necesidad de contar que he sido víctima de la más hermosa de las circunstancias. De una noticia potente.

Digo esto, porque aprendí hace unos días que es muy raro mirar a los ojos a una mujer y saber inmediatamente que está acompañada.

Y no es una nueva declaración de desamor de las que estoy tan familiarizado. Sino que todo lo contrario. Asimismo soy honesto al decir que la maravilla de la vida, nuevamente nos sorprende...con la maternidad.

Tus ojos han cambiado; han mutado. Ahora veo en ti mucha historia que comenzará a pasar tan rápido como nuestras vidas.

Las madres han venido a perdonar al mundo. Y tú mundo será lo que necesite ese muchacho(a) que aún no conocemos. Él (o ella) recién se está formando en tu desocupado vientre.

Crecen sus extremidades como la nostalgia en mis palabras; como los lirismos de un poeta llamado amigo o como el bicho que la entomología aún no descubre.

Cada retoño que viene a endulzarnos la vida, es una prueba de fuego; un entendimiento al libro de Quevedo o simplemente lo indispensable para seguir viviendo. Con un ropaje que traerá millones de cosas nuevas. Muchas experiencias y también dolores neurálgicos.

Sé que tarde o temprano la maternidad les toca a todas y, es allí cuando ustedes, las mujeres florecen.

Un poema de alguno de aquellos que no se atreve a decir lo que quieren expresar, decía que las madres miran hacia el norte y también miran hacia el sur. Ellas cándidamente miran hacia todos los puntos del viejo horizonte.

Y no están exentas al sufrimiento, sabiendo que el mundo les tiene deparada millones de fotografías de sus hijos.

Al escribir este momento, cual andrajoso le escribe a los sueños, he sido inmolado nuevamente por mis desvelos y me he fatigado al llorar pensando en ellas. Al herir la piedra con mis cóleras porque sé que en cada piedra y en cada tos convulsionada existe un pequeño átomo creciente.

En cada puesto del paisaje, sus atisbos ensortijan la orientación terrenal. Y las madres están allí donde estuviste, pensando en vuestra inevitable muerte.

Las mujeres madres florecen...como los sueños en cada noche, como las pestañas durmientes.

11 comentarios:

Lilo dijo...

Es hermoso, primo... Otra vez me maravillo en este lugar.
Nos encontramos, primito, luego.

Anónimo dijo...

Me encanta la forma que tienes al expresar tus sentimientos. Quiero contarte una historia linda.

un día, una amiga me dijo: Oye, visita este blog. Es de un tipo que escribe sus vivencias maravillosamente.

Se nota que está sufriendo mucho, porque no es común que un gallo con ese don de palabra, tenga qu soportar sentirse herido por una mujer.

Asi que llegando al mi casa, me metía tu blog y lo he leido muchas veces. Estoy pendiente de cada texto, porque creo que eres el tipo más sencible que yo he conocido (o leido).

No sé de que parte del mundo seas, Espero que Chileno, porque así me quedo tranquila de que, y quizás algún día poder conocerte.

Sería fascinante que pusieras algún dato más tuyo. pelicula favorita, tipo e mujer, comida... No sé po, algo.

Sigue publicando y deleitandonos a nosotras las mujeres que anhelamos encontrarnos a un hombre como tú.

Hollywood Christian dijo...

Mostro...
como siempre, notable.
pd: el poema del amigo... implicitamente, dice buena parte de todas las weas que nos unen...

un abrazo... y vale por la buena onda

Lilo dijo...

He venido aquí a buscar algo nuevo y misshhhhh... sólo encuentro nuevos elogios en los comentarios, está bien, pero prefiero leer tus genialidades.
Besos, y no olvides que hay un par de chelas pendientes.
TKM.

Anónimo dijo...

Cuando quieras tener un hijo, avisame...

Besos.

Anónimo dijo...

Renato, te felicito por la sencibilidad que alcanzan cada uno de tus escritos.

Sin duda que es una prueba más de que no te equivocaste con lo elegido.

besos y ven a verme, que te esperara una tabla de quesos y un buen vinito.

Tu amiga Natalia.

Anónimo dijo...

Che... desde la capítal mundial de la literatura, Buenos Aires, te envio un fuerte abrazo a la distancia.

Sos grande!! shhhhileno. Jaja.

El argentino maraco.

Federico.

Anónimo dijo...

Quiero saber si has publicado algún libro...

Secret Love :)

Anónimo dijo...

Cual es la última historia principe...

Al parecer la esperamos muchos...

Besos.

Chao

Anónimo dijo...

La maternidad es lo que necesitas para reencontrarte...
Nos Vemos mañana en el Opus Dayu...

Jjajajajaj

Saludos Mauro

Anónimo dijo...

El solo hecho de estar vivos ya significa algo...

No te puedes negar a nuestro pasado... como a ti tan to te gusta mentirte a diario...

Te amo, y quiwero que lo sepas. Hayq ue repartir caricias y yo tambien comparto tus mismos miedos y quiero encontrar las cintas que ammarren esto...

Que amarren tus mentiras.

La del Biejo Barriois. ja ja Ja