miércoles, julio 19, 2006

Tú Amor y Mi Odio...


Después de haber amado tanto a alguien no es raro sentirse desilusionada. Quizás me daría lo mismo un beso de otra mujer. Los cuerpos me saben extraños, sus manos; siempre recordadas cuando te tocan se pierden en el olvido. Ya no camino contigo o por lo menos me separo y la verdad no sé si eso me gusta, creo que aún té extraño. El tiempo hace milagros. No creo en ellos. Pero té extraño, como en el pasado pero ya no tanto.

Estoy resignada, lo reconozco, aunque igual fuese mi error, jamás te perdonaría. Tu falta fue más grave que mi desliz. Tus caricias ya no son las mismas de antes, cuando nos sentábamos en aquella plaza a mirar las palomas y a soñar que el amor era nuestro único tema.

Aunque veo que sigues siendo hermosa y cada vez que te vea he de repetirlo. Mi cuerpo lo diría. Mis ojos lo dirían. Mis manos reclamaran lo que absurdamente creyeron de ellas. Tus besos solo me saben a carne. Me estoy sintiendo sola. ¿Con quién he de congraciarme ahora?

La verdad es que tu engaño, fue más grande que cualquier reclamación de perdón. Nunca debiste haber herido mi corazón, porque mi centro te amaba. En silencio, sin tapujos, sin decir nada más que un te quiero. Y ahora yo, sola en mi escritorio leyendo a Borges y pensando en ti. En tus manos, en tu rostro. En tu cuerpo masculino. Me quedo.

¿Amiga? Mi cuerpo buscaba el tuyo, mi vida ya no era mía. Al árbol de mis sueños le llegó su otoño y mi flor, mi flor ya no tiene pétalos. Tus besos solo saben a carne. El tabú de tu vida aún me intriga. Ya no es necesario que lo sepas. Tus besos me saben a carne.

Me siento consolada, cansada de amarte, (Sí es que te amé). Me estrello contra el piso y caigo de mi nube de dolor. Me ha acompañado la eternidad de mi amor. ¡Creo! De tu amor, que en realidad siempre fue mío.

Sabes una cosa, fuiste eso de mi vida. Ahora eres un bello recuerdo que se diluye y se desparrama como una gota en el cemento. Yo te quería, yo te apreciaba. Tú eras mía, yo era tuya. Ahora somos dos perfectas desconocidas, y verte pasar, me hace mal. Aunque seas lejana y en silencio, pero no me duele porque tu me enseñaste a decir Adiós.

Conectada a la lluvia, espero la partida. El principio de mi absurda vida sin ti. Sabes otra cosa, me siento sola, pero en parte olvidada y tus besos solo me saben a carne.

1 comentario:

Partituras Inconclusas dijo...

Dedicado con mucho afecto, respeto y orgullo a mis preciosas Lesbianitas.

Orgullo de la raza y de las vaginas que aman de verdad.

No se olviden mutuamente y siempre piensen que el amor es eterno, mientras dura...