sábado, julio 01, 2006

Mi Madre me perdona...A cada instante.


Ya no escribo cartas y nunca más arrendaré un castillo en un tercer piso para brindar por los amigos y los amores que no están...

Seguiré fumando hojas de aquellas que te hacen reír más no poder... simplemente porque los que están a mi lado murieron en una despedida horrible.

No fueron lo suficientemente hombres para decir

- Adán... no estamos contigo. Ahora nos corresponde otra potencia. Otra vida y otras historias.

Mi sensibilidad murió como aquellas prosas oscuras en un bar de mala muerte. Donde el mismo New York no existe.

Donde los amables se confunden con cerveza en su cabeza... Y te busco; en cada momento. En cada piel femenina que saborean mis labios deseosos de tu cuerpo.

Lamento meses anteriores en que no di paso al fuego más increíble jamás conocido. Ahora vago por cada rincón de esta ciudad llena de luces. Y tú estas oculta el los brazos de un maldito afortunado. Que no te corresponde. Que te abandonó en alguna calle de esta ciudad llena de luces.

Justamente ahora, Natalia está con el nuevo amor que eligió. Un nuclear de esos que te enganchan tan sólo con su nombre.

Uno de estos tipos que tiene lo que yo voy a tener por más que lea literatura nuclear. Jamás voy a soñar y conocer.

Natalia ha muerto. En este preciso instante. Aquel cuando me invitó a degustar una maldita cebada para presentarme al que la salvaría... Justo ahora en que el trovador preguntó ¿Qué andarás haciendo ahora? O habló de una mujer dulce.

2 comentarios:

LEONOR DINAMARCA dijo...

Tus letras
movieron mi alma
pocas veces
alguien despierta
el corazón dormido
de la poeta

Partituras Inconclusas dijo...

Señorita Dinamarca Carrasco:

Desde hace un tiempo atrás he venido encontrando el pretexto para poder conocerte. Quizás en vivo y en directo. Por que he releido mil veces "Metaforas Negras". Libro que llegó a mi vida por un amigo en común. Su nombre es Felipe Paredes de "Discordancia". Me aceptaría un trago en algún lugar a elección.