Pídeme un Deseo...

Nútrete de mi mano que tengo miedo del futuro porque cuando regreso a mi casa, siempre estoy solo y mal herido. Y me arrepiento de haberte arrojado a tantos kilómetros de distancia. Cuando aún me pedías salvarte de la soledad acompañada por tantas gentes que te miran como la princesa de turno.

Sigo amándote a escondidas. Para no seguir siendo el hazmerreír de mis amigos. Para no volver a dar una mala noticia o simplemente para justificar mis andanzas nocturnas por bares sin nombres repletos de mujeres sin apellidos. Sé que fuimos y seremos por siempre eternos. Y tú vida ahora me importa más que la mía. No sé porque pasa eso, tampoco sé porque mierda ocurre. Nada de esto que esta pasando es un error ni una guitarra que sigue tocando partituras inconclusas.

Solo pasa...

Me recuerdas tanto a una mujer, que conocí, hace mucho tiempo. Pero ella al igual que tú, tampoco me amó. Sé realmente cual es la razón a que el Amor y Eros no sean mis amigos.

Quizás sea la falta de oportunidad que me doy para conocer a una chica. O simple curiosidad...

Un poema de Bertoni decía:

“No quiero una nostalgia abstracta,
No quiero una nostalgia imprecisa...”

Si tú fueras un árbol, yo sería tu savia y correría por tus brazos como sangre. Y si yo fuera sangre, viviría en tú corazón...

Pero sé que no es así, porque tu mano se la entregas a otro; cuando se me ocurrió mirarte por primera vez, supe que moriría.

Espero impaciente, verte reír, pero no por tonteras. Si no por un vivir en una calle donde los niños lloran de felicidad. Aunque por dentro sé que todo ha sido un grave y lamentable error que pudo haber sido evitado, ese día en que hablamos por primera vez. Ya no soy el héroe de nadie. No lo pretendo y no sé como ni donde se compra el perdón.

Ahora en mi cabeza suena la canción “Fade into You” de Mazzy Star y quiero decirte que me pidas un deseo, porque poco te puedo ofrecer.