miércoles, mayo 31, 2006

¿Donde Dormiste Anoche?



Soy el único que puede preguntar sin animo ni maldad, ¿Dónde dormiste anoche?.

Porque ese nicho de amor fue el que me mató, suicidó, debilitó y también fusiló. Y no lo merezco.

Soy el único que puede reprocharte el que no me quieras tanto como mi propia madre, que ha venido a este mundo a perdonarme por las incoherencias que constantemente estoy haciendo. Y escribiendo.

Tú maldad y tu mentira han linchado mis ganas de explorar en cuerpos ajenos y femeninos. Y no es una mera frase mal escrita, para una recomendación a lo que ya es inevitable.

Mi lectura es cada vez más extraña. Quevedo me lo reprocha desde su lugar en mi biblioteca. Y Pablos llora desconsolado por este maldito sueño acabado.

Soy el verdadero hazmerreír de mis amigos. El que quedó expuesto en todos los rincones de su latifundio. Una suerte de bufón que está obligado a hacer reír cuando los demás lo exigen. Un galán sin su cara bonita que conquista mujeres ajenas, las degusta y las olvida para que lleguen otros que las rescaten.

Me penan cientos de memorias olvidadas en algún bar de este contaminado lugar. Sin mirarme me quebraste y sin sentirte me golpeaste con el látigo de tu alma. Y mis rodillas ya no soportan más a mi cansado cuerpo.

Esa misma alma que se retuerce a cada segundo cuando lee estas líneas y otras. Estas mismas seudo historias de dragones y caballeros andantes, disimuladas con una maliciosa sonrisa en tus labios. O de payasos y princesas metalingüísticos con la prosa más infame y con los aniquilados sentimientos.

¿Por qué? ya todo está escrito y lo que queda son olvidadas imágenes en mi radiograbadora, en mi almohada y también me mi corazón. Si el reloj ya marcó el sendero que ambos continuamos. Y cada lata de ese retorcido amigo me salvó de lo peor. De estar integro para seguir salvándote.

Encontrar las cosas que me conmueven es mi real lucha en este momento. Porque conozco cada cuenca con olor a frambuesa. Conozco cada centímetro de sudor de tus alejadas caderas. Porque fui el único que te ha hecho el amor en serio y no esperando nada a cambio. Solamente que lo recuerdes.

Reconozco cada rostro al momento de interacción, cada barbilla enrojecida y cada lóbulo que no soportaba un beso más.


Pero tu rostro es diferente porque fue el único que me mintió antes que yo lo hiciera. Y jamás me contestó la verdad; esa que preguntaba ¿Dónde dormiste anoche?

No hay comentarios.: