jueves, marzo 01, 2007

Incondicional...


De fondo sonaba “Escalera al cielo” de Led Zepellin y esa frase me sonaba a uno de tantos otros argumentos que se pretenden argüir en la noche que manda a las debilidades. Puede que suene como un barato anuncio de besos aún más baratos. Quise creer todo.

La noche se prendía lentamente y el verano era el culpable. Esas minis cortas con piernas flacas y largas de todas esas promotoras de distintos productos me enseñaban y me decían que no era mi lugar. Había olor a gente linda.

Nunca supe el por qué me encontraba en ese lugar. Tal vez, seguía mis instintos por no estar solo, pues ya me había aburrido tener la tele prendida, mirar por la ventana, prender otro cigarro y esperar que cayera nuevamente un rayo.

Fue mejor cambiar la canción y poner otra peor. Una de esas que duelen por dentro. Una de aquellas que te recuerdan de cosas furiosas y sencillas. Una de esas que demuestran en donde estas parado, donde pisaste y a donde caminarás.

Pude haber subido a esa “escalera” que me llevaría a unas nubes. Desde esa ventana podría haber vigilado a todo el mundo. Reiría de las fantasías de otros. Humillaría a mis enemigos. Cuidaría a mi familia y me encontraría con muchos que ganaron esa corrida.

Hablaría con Kurt Cobain y le preguntaría que opina de su hija. Consumiríamos un poco de heroína y bebería unos tragos con Morrison y Hendrick. Coquetearía con Janis y Dios me castigaría por corromper a esos ángeles. No me cansaría de mirar a esos niños que le enseñan a escoger a sus amores. Fumigaría los pasos de muchos.

A Pinochet le preguntaría del porque de tanta muerte. Abrazaría a mi abuelo y esperaría a los que siguen. Les haría una fiesta de bienvenida a todos los barristas que han caído, sin importarme si son del Colo Colo o de la U. Tampoco si son de Izquierda o del otro lado. Festejaríamos por las pasiones.

Conversaría con los que hacen llover. Explotaría los salmos y me hundiría en besos con las diosas. Me haría invisible y husmearía en cada baño público. A la mañana siguiente me levantaría, seguiría escribiendo y esperándola.

Mis hijos lo merecen...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo, eso es lo que muchos pensamos hacer en algún momento de la vida.

Anónimo dijo...

Me ofrezco para mamá de tus hijos.

Anónimo dijo...

me he dado cuenta que hay muchas que quieren ser la madre de tus hijos...
sólo tú puedes escoger a quien quieres concederle tal honor

au revoir

Anónimo dijo...

Ja ja...

Hacía rato que no visitaba tu blog...

De qué me perdí?

Desde cuando andas buscandole madre a tus hijos...

Te quiero mucho, mi tonto

Hollywood Christian dijo...

Moztro...
una sola cosa

La madre de tus hijos no puede ser gorda

Cuac

la sustituta dijo...

a hombres y mujeres les llega el periodo e querer tener hijos... sólo tienes que respirar hondo por 10 minutos, relajarte y esa sensación de dejar descendencia y querer que tu existencia permanezca "eternamente" se va, como un dolor de cabeza, un mal día o la resaca...

Anónimo dijo...

Parece que nadie entendió realmente lo que quisiste decir en tu texto

Besos desde el tormento de tus palabras.

Anónimo dijo...

si, realmente nadie entendió...
ese es el costo que significa que algunas estén pensando en tí todo el día