viernes, diciembre 01, 2006

Al fondo y a la Izquierda


Luciana es una estrella que apareció de la nada para alumbrar la noche que comenzaba a terminar. Humilde, soñadora, ansiosa y femenina. Buscando improperios donde no existen; implorando sonrisas donde se necesitan.

La conocí cuando las antiguas historias comenzaron a desparecer. Cuando los pétalos de las flores de papel regaladas fueron un equivoco en una de las localidades de mi alma.

Mensajes rodeados de dolor salvaron su vida, en momentos en que la nebulosa de sus pasos cambió lo que existía. Sus antiguas pasiones ahorcaron los hábitos por completo.

Hola, me dijo casi al instante en que comenzaba a marcharme. Donde está el baño, me preguntó con cara de ángel. Al fondo a la izquierda le dije, sin saber siquiera que existía un baño en esas coordenadas.

Eres pesado y engreído, me dijo riéndose con una suave carcajada. Tú eres una desagradable persona, le contesté y también moví el lado derecho de la mejilla, implorando una risa.

Voy al baño y seguimos conversando, me señaló, para después preguntar ¿Quieres, cierto? Ok, dije yo y volví a ser engreído.

Luego de un rato, le digo. Te llamas Luciana, como Luciana Salazar. No, me contestó, me llamo Luciana de Font.

De donde es originario tu apellido, le pregunté para seguir la conversación que por esos tiempos me volvía a avergonzar frente a una mujer. No lo sé, me dijo.

Estas casada. No, soy soltera, porque lo preguntas. Ahh, para saber si el “De Font” era el apellido de tu marido.

La conversación continúo en temas mundanos y sin sentido, hasta que le comenté que ya era hora de marcharme. ¿Donde vives?, me preguntó. En el centro. Te llevo, porque yo también me voy. Ok. Y salimos.

El auto se impregnó de sudor. Los vidrios sucumbieron ante la respiración agitada de aquella noche. Los corazones latían más fuertes y rápidos que de costumbre. Los pájaros cantaban hasta morir. La luna cerraba un ojo y se burlaba de la velada.

Ambos cuerpos se destrozaban en apretujados abrazos. Militares a lo lejo, observaban la escena. El alcohol consumido se comenzaba a evaporar de nuestros cuerpos.

Donde el mundo se mueve y se remecen los muertos. Donde las caricias de añejas mujeres se olvidaron para siempre. Donde mi nariz comenzó a hacer su trabajo. Y mi lengua filuda, se movía lentamente para no cortar ese orgasmo incipiente y destructor.

Donde mis dedos recorrieron esos pequeños pechos maternos. Y mis besos exploraron las cuencas de sus costillas. Donde la metamorfosis del amor comenzaba a desintegrarse y aparecía una extraña sensación de placer.

Cada cual disimulando sus temores. Donde las palabras quedan a un costado. Y la mirada contaminada con desvelos, tabaco y raspadores, hacía su trabajo, en silencio y a la altura de las circunstancias.

Cuando la mejor de las drogas no fue el ceviche ni el vodka consumido. Donde la calentura de las mentiras florecía como el cannabis antiguo y agotado.

Donde las princesas cantaban a su enamorado, paradas frente a sus balcones. Y esperando que la luz azote sus pasos.

Concluimos y prometimos volver a vernos. Para conversarnos de que la noche de sanos consejos, comentarios engreídos y desagradables actitudes, son la más fantástica de las relaciones.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres maravilloso !!!!

Lilo dijo...

Esas son las historias más exquisitas, las que nadie planeó, las que se dieron, esas en las que perdimos la cabeza.
Pero fuimos más sensatos que nunca.
Besos y todavía te espero

Anónimo dijo...

está la raja, como siempre renita.. aunque igual estpy sentida contigo... estoy esperando el desgravio porque me dio mucha penita. Te toy llamando

Anónimo dijo...

me gustó.... y también me gustaría saber si tus salidas a la plaza ñuñoa tienen que ver con lo que escribes... un abrazo Renato!!!

Anónimo dijo...

nada más exquisito que una buena descripción...
qué manera de entrometerce con las sensaciones,

minucia latente...
descaro el suyo... el de plantarse con letras impertinentes y cotidianeidades.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el posteo anterior.

Que manera de entrometerce en una historia que creo propia.

Maldita la hora en que no te pregunté yo, por el baño...

Te suena algo, si te digo: la mina de arquitectura, que estudia para casarce con un periodista.

O mejor dicho, para deliciosamente vulgar...

Anónimo dijo...

Nunca pensé que escribirias algo de eso.

Me pasa algo extraño contigo. Hablemos mañana.

KiLLeR_yyt dijo...

HONESTIDAD, ES LO ÚNICO QUE NOS QUEDA...
HONESTIDAD Y MUCHO AMOR.
UN GUSTO HABERLO TENIDO EN MI BLOG.

Anónimo dijo...

Te quiero no por quien eres, sino porquien soy a tu lado

Te quiero por tantas cosas, sin explicación.

Te quiero por la necesidad de tus palabras, cuando me miras y no dices nada.

Te quiero tan solo por libertad.

Te quiero porque ocupas tu inteligencia, en cosas absurdas.

Te quiero porque lo mereces y quien no lo hizo, no sabe que perdió.

Te quiero por ser mujer y tener pene.

Te quiero por añadidura, ante la mescolanza de un suspiro.

Te quiero por mil veces.

Te quiero, porque te necesito en cada momento y a cada instante.

Te quiero por salud mental. Salud necesaria.

Te quiero porque no has muerto, buscandólo mil veces.

Te quiero por que te marchas, pero siempre vuelves.

Te quiero por ser engreido, caprichoso y niño chico.

Te quiero por que escoges lo que anhelas, incluso estando dormido.

por todo eso...Te quiero.

Buenas noches Principe...

Lilo dijo...

Me olvidaste??

Anónimo dijo...

No fue una buena idea, eso de traspasar microbios...

Me duele la cabecita... jajajaja

Lilo dijo...

Debí decir entonces: Me abandonaste??

Anónimo dijo...

Renato tiene la costumbre de abandonar a las mujeres...

Ese es su mayor defecto. No se hace cargo de lo que dice. de como ama y como besa.

La del Viejo Barrio!

Anónimo dijo...

Mañana quizás sea tarde

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Mañana quizás sea tarde y no llegue primavera,
y él escriba otra carta, escondido en la trinchera,
y entonces vuele la escuela.

Mañana quizás sea tarde y a ella le alcance la metralla,
y la ayuda humanitaria
no llegue otra vez al pueblo.

Mañana quizás sea tarde, cuando tu barrio agonice
tú buscarás las respuestas en ojos que ya no viven,
consumiéndose en la hoguera.

Explícame tú quién gana cuando se acaba la guerra.
A los muertos los entierran:
ganadores, perdedores, da igual del bando que sean.

Escucha, aún hay tiempo de hacer un hueco a esas voces
que, al otro lado del muro, tú casi siempre desoyes.
Escucha, vendrán nuevos días en que triunfe la esperanza
de los que luchan desarmados, de los que nunca tienen nada.

El Sur agoniza hambriento y la caridad no basta.
Eso sí, queda muy bien. Quizás salve nuestras almas.
Qúe salvación tan barata.

Explícame tú quién gana cuando se acaba la guerra.
A los muertos los entierran:
ganadores, perdedores, da igual del bando que sean.


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Te regalo una canción que me encanta. Te espero...

Nacho ® dijo...

Un texto bien descrito da gusto de leer.

Es facil hasta oler el momento.



Saludos

Anónimo dijo...

Soy ecuatoriano y por casualidad llegué a tu blog.

Escribes de una forma brillante. Excelentemente.

Saludos

Anónimo dijo...

Te vi caminar por la Plaza Mulato Gil!!!!

Te llamé y no me escuchaste, mirabas el suelo.

¿Que ibas escuchando?

La Renga, Serrano, Serrat o Calamaro.

Partituras Inconclusas dijo...

Silvio, escuchaba a Silvio...

Carolina Amigo dijo...

Podriamos comenzar con una mujer desnuda en la alcoba de algún hombre... Ella ha fijado su mirada en la finitud de las calles vacias.Él no condsigue aún rescatarla de tal ensueño...

Saludos!!

Carolina

Anónimo dijo...

rena: acuérdate del dia 13, no me puedes dejar botadita de nuevo, si no ahí si que no te hablo más...
besos: pamela